No podemos hablar de desarrollo personal y de evolucionar sin hablar de volver a uno mismo. A quienes realmente somos. Porque la alquimia de la transformación está dentro de nosotros. Lo de fuera solo son ingredientes para que dentro la magia suceda.
Al poner el foco en el desarrollo personal y en evolucionar, nuestra mente tiende a irse fuera y a moverse desde ahí porque se fija en lo externo y se desconecta de su poder y de su intuición.
Buscamos en formaciones, retiros, vipassanas, cursos, mentores, coaches, psicólogos, terapeutas guías, plantas, oráculos y diversas experiencias la integración y la expansión. Y eso es algo fundamental, es maravilloso, te invito a que lo hagas (si tu intuición te lo pide).
Sin embargo, te invito con más fuerza a que cada experiencia que vivas con acompañamiento o sin este para tu desarrollo personal/profesional y evolución, lo hagas siempre para regresar a ti mismo. A quién eres en esencia, a tu divina esencia. Y para ello la quietud, la escucha y sentir el oráculo del cuerpo es primordial. Ya que, desde ahí, te moverás desde la voz de tu alma y no desde el ego. Ya que este busca incansablemente desde una creencia de escasez, de no ser suficiente e intentar llenar vacíos que desgarran el alma. Y la esencia, tiene otro lenguaje. El lenguaje del amor y la abundancia.
Mientras dejes las formaciones, experiencias, cursos, sesiones… en la mente y no lo bajes al cuerpo, todo lo vivido se quedará en teoría y no se integrarán los códigos y enseñanzas de esa experiencia.
Lo dejas en la mente porque no vuelves a ti, porque no llevas toda esa teoría a la práctica al 100% y a la escucha interna. Te quedas con que X persona o formación dice A o B, pero no te atreves a encarnar la alquimia de esos códigos y hacer tuya esa experiencia. Y es normal porque hasta ahora ese sector se ha quedado en la mente, pero afortunadamente se está abriendo un campo maravilloso donde sentir y abrir el cuerpo.
Toda experiencia te transformará en la medida que tu interior sea capaz de reconocer esos códigos y de sostenerlos. Nada de fuera tiene el poder de transformarte, solo de acompañarte y mostrarte caminos y llaves. Pero tú, volviendo a ti, a través de la escucha interna y la conexión con tu cuerpo eres quien te transformas. Y por tanto la evolución en tu desarrollo personal es pura encarnación, es real, auténtica, sostenible y perdurable.
Atrévete a vivir experiencias de desarrollo personal y a evolucionar, ese es tu gran propósito. Pero recuerda que el poder lo tienes tú y tu vida es tuya.
Vuelve a ti, siempre. Eso es casa y el verdadero desarrollo personal.
Fuente: nota de Airam Marco.
Daniel Velinsone
